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Tuesday, November 20, 2007

Enamorado

Enanmorado
-SD-

La máquina arroja su último vapor, los engranes dan su última revolución; al caer la noche un maquinista baja por última vez la palanca de aquel revoltijo de acero. La fábrica queda en un silencio sepulcral, los obreros caminan silenciosamente en una hilera hacia la salida. Unos más, otros menos, los ojos parecen cuencas vacías como si estuvieran idos. El cansancio pesa sobre la frente de todos, el precio por el pan nuestro de cada día.

La última ánima ha salido, un click metálico hace eco por todo el espacio vacío y las luces se apagan, en el exterior otras se encienden dejando solos a los guardianes de ultratumba. Un hombre de edad avanzada pero robusto, razgos marcados por las heridas de la vida, ojos turbios, mirada de halcón, en una mano un fusil de añejos recuerdos y tres perros que furiosos le llaman amo.

La amarilla luna hace sus veces de lumbrera en el lúgubre cúmulo de aceros, destrozador de almas y forjador de fortunas. La luna, la contadora de historias, la guardiana de secretos y amoríos, la luna de quien me he enamorado. Es a ella a quien observan mis ojos, es ella, cuando mis pensamientos se esfuman la que siempre he amado. Es de noche, ningún pensamiento se atreve a perturbar la armonía de mi soledad y de mis suspiros, es de noche, un frío letargo evita que piense en algo más.

Estoy sentado sobre mi ventana, con la mirada perdida en el cielo y preguntándome si algún día volverá mi hermosa, la nostalgia quema a llamaradas mi alma mientras contemplo lo que ha sido de mí. Fue un día como cualquier otro, al romper la aurora un agudo chillido abrió la reja y la fila entró a la fábrica. Figuras de diversas edades, como sombras, caminaban hacia sus estaciones de trabajo al ritmo de una música que nadie escuchaba.

Ese día fui escogido para comenzar a trabajar en otra parte de la fábrica; no sé como pero mi vida no volvió a ser la misma. Esa misma tarde desperté de mi sueño. Al principio fue grandioso descubrirme vivo pero ese siguiento fue ofuscado por la desperación de no estar dormido. La comida sabía insípida, el calor insoportable, el ruido de la maquinaria desesperante y el silencio una tortura. La vida había perdido su razón de ser.

Esa misma noche traté de seguir el ritmo de mis compañeros pero no pude, la música ya me era desconocida y en mi cabeza zumbaban mil llamentos por mis quejas. Esa noche escuché por primera vez el ladrido de los perros pero nadie lo notaba, en un descuido volteé la cabeza y ví que el viejo me observaba. Llegué preocupado a mi casa, no sabía que hacer, ni que pensar, sabía que al día siguiente iba a explotar. Pero ese día siguiente tardó muchos días, la marcha de la fábrica siguió inalterada por varios meses más.

Una mañana me levanté cinco miuntos antes de lo acostumbrado y comencé mi rutina pero me sobraban 5 minutos por lo que me puse a ordenar el desastre que tenía en la sala. Al principio vi lo que esperaba ver; reportes viejos del trabajo, gráficas de desempeño, y otras muchas hojas parecidas. En el fondo encontré algo inesperado, una libreta de pastas duras y cubierta de polvo, de esas que compras por unos cuantos centavos en el mercado y que usas para todo.

Ese día no esuché la chicharra, tampoco el molesto ruido de la maquinaria operando, no presté atención las conversaciones de mis colegas, ni mucho menos el ladrido de los perros, es más, no sentí la mirada del viejo vigilante de la fábrica. Mi mente sólo tenía espacio para el manuscrito arrumbado. Un pequeño ruido del chocar entre dos metales me situó en la realidad, la lluna estaba en su cenit y yo abría la puerta de mi casa.

Avancé unos pasos, con cierto temor y exitación tomé el cuaderno y vi como una hoja de papel resbalaba de su interior. La levanté del suelo y vi que era un pedazo arrancado a una fotocopia. La comencé a leer y una serie de recuerdos afloraron en mi cabeza, lo que tenía en frente era una nota al pie de mi contrato. Me senté y comencé a leer "Al momento de firmar esta hoja, entrego mi cuerpo y alma a la compañía, de la misma forma me comprometo a usar todo el conocimiento que adquiera cuando despierte para su beneficio anteponiendo mi corazón"
La nota que en ese momento hacía que mi vida tuviera un sentido me hizo sudar y con temor de lo que pudiera pasarme empecé a leer la libreta aquella. la primera hoja tenía mi nombre, debo admitir que me costó reconocerlo ya que tenía años que no lo había escuchado ni escrito. Las siguiente hojas estaban chamuscadas y en rojo una nota que decía: "no vale la pena recordar".

La siguiente hoja tenía una fecha y una tabla de resultados. Vi lo que tenía escrito y recordé que esa tabla la había visto con información totalmente distinta. Cerré el libro y busqué en la pila de papeles esa tabla que se me hacía familiar hasta que la encontré. Efectivamente eran distintas, la primera contenía información técnica sobre la producción de la fábrica, mientras que la segundas tenía detalles sobre el estado de las máquinas, éste con números rojos.

Esa noche no pude dormir, de acuerdo con los cálculos que había hecho la máquina que yo operaba ya había excedido su punto crítico. Efectivamente, al día siguiente ésta tronó. No supe que hacer, los indicadores de calor y de presión se encontraban en la zona roja, el vapor salía por todos lados, las válvulas de contención estaban abiertas totalmente, todos los enfriadores colocados en los contenedores. Traté de apagar la caldera pero un supervisor dijo: "el día no se ha terminado". Nadie pareció notarlo....

Al sonar la campana apagué lo que quedaba del equipo y cabizbajo por mi fracaso, caminé a la salida. Fui el último en salir e incoscientemete seguí la canción nocturna. Esa noche no ladraron los perros ni me sentí observado. Estaba ya por salir cuando una voz ronca me dijo: "La luna es hermosa ¿no crees?" Era el velador de quien yo escuchaba sus primeras palabras. Esa noche quise mirar al cielo pero se encontraba ausente.

Tomé el cuaderno y seguí leyendo, la siguiente hoja decía... "Vi mi luna, no la tomé, estoy enamorado de su reflejo en una charca". Con esas palabras recordé que una noche no ví la luna y quise olvidarla porque el olvido es más fácil que la espera. cada noche volteé al cielo, suspirando cada rayo que perforaba las nubes y anhelando el día en que regresara mi luna.

Ya no importa si los engranes vuelven a girar, o sí la canción tiene un sólo compás, en tanto pueda esperar la luna aquella puedo seguir adelante.

Friday, October 26, 2007

De la caída del Señor del Caos

De la caída del Señor del Caos
SD


Han pasado dos años desde aquel funesto día en que dios quiso castigar al hombre y mi espada lo paró en seco. Todo comenzó una tranquila noche de verano en el templo budista en la cumbre de los siete caminos. En ese sacro lugar comenzó mi batalla personal por vivir, recuerdo la silueta en forma de ave que se me acercaba y me indicaba que el momento de luchar había llegado. Al principio me mostré escéptico, una figura de corazón solitario y débil como yo no podría de ninguna forma ser un guerrero, después acepté la proposición y esa vida comenzó.

Recuerdo que fue como despertar de un sueño, uno lago y profundo, del que jamás se termina uno de levantar. De lo primero que me di cuenta fue del tesoro que tenía entre mis manos, se trataba de algo tan valioso que debía ser protegido con el alma. Se trataba, o al menos así lo visualicé, de una orbe de luz con la promesa del mañana. A partir de ese día los ataques no de dejarían de llegar, las voces comenzaron a resonar en mi cabeza con la potencia de una legión. Todas con el mismo afán, poseer mi tesoro y robar mi alma.

Cada sombra enemiga cantaba la misma canción, la misma amargura, el mismo dolor. Era enemigo en mi propia casa y me convertí en fortaleza, los ataques no cesaron y comenzó la verdadera guerra. Yo no era una sombra, pero la penumbra era más grande que yo y fui oscuridad. Día y noche peleando con un mal que amenazaba con destruirme; entre más me sentía amenazado, con más fuerza oprimía el tesoro contra mi pecho hasta el día en que despertó.

Tenía la forma de una niña de unos ocho años, tenía un nombre, pensaba y me adoraba. Todas las noches lloraba su soledad y yo trataba de consolarla, no sabía que hacer. Los días que no me encontraba en el campo de batalla, permanecía en la fortaleza, temeroso que encontraran una debilidad, que las puertas cedieran o que cayeran las murallas. y así pasó el tiempo. Las sombras se multiplicaban, por cada una que destruía, veinte ocupaban su lugar hasta que yo mismo me convertí en sombra.

La desolación fue total y me oculté con mi tesoro en lo más oculto de la fortaleza, los muros crujían sonoramente al ritmo de los bronces de la capilla y fue entonces que lo encontré. En el calabozo más profundo se encontraban tres ataúdes firmemente cerrados. A penas puse pie en la celda y las cadenas cayeron. Para mi sorpresa dos se encontraban vacíos y el tercero contenía un ente que jamás debió de haber visto la luz del día.

Me llamó cobarde, traidor, estúpido, en menos de lo que viaja una idea había quebrado mi espíritu y mis ganas de combatir. Esa tarde mi tesoro no se encontraba conmigo. Mi vida fluyó rápidamente ante mis ojos y recordé quien era, mi pasado, presente y destino. Cuando llegué ya era muy tarde, la hermosa niña de mi corazón se encontraba en peligro, su templo quemado y dos lágrimas rodaban por sus mejillas. Con toda mi furia arremetí contra la criatura y esta respondió confiadamente mis ataques, no era un rival digno.

Con todas mis fuerzas le di un golpe que nos sacó del templo de mi niña y nos arrojó a un limbo donde no había tiempo, espacio ni nada que nos pudiera asegurar que existíamos. El fluir de memorias, experiencias y todo tipo de caos que había en ese lugar me permitieron ponerme a la par del enemigo que amenazaba a mi tesoro. Fueron dos, o tres, no sé bien, pero mis heridas eran significativas contra las de mi enemigo cuando una luz se abrió cerca de nosotros; la salida había aparecido.

Sonrío amargamente y entendí que su propósito era la destrucción, no sólo mía, sino de los últimos sobrevivientes de todo el mundo. Mi corazón era la puerta y mi tesoro la clave del mañana. La última frontera tenía que ser protegida a toda costa, incluso del lado destructivo del creador. Yo perdí aquella tarde porque hice lo que tenía que hacer, sacrifiqué mi voluntad y todo lo que sentía en un único instante, un sólo golpe final. El resplandor destruyó todo lo que había a mi rededor y por un instante dejé de existir.

El tiempo ha pasado y las heridas no sanan, de alguna forma, no he realmente salido adelante. No me importa mucho, ya llegará el tiempo. Los recuerdos de ese día siguen siendo confusos. Me volví un forastero en mi propio hogar, el agua dejó de saber fresca y los días se tornaron grises. Algunos demonios vinieron en forma de sonidos, palabras susurrando ansiedades. Así como todas guerras cesaron un día, todas las voces callaron una tarde, dándome una promesa de vida.

Las heridas arden al más leve soplo del viento y sé que no se curaran, la ansiedad en mi pecho, mi tesoro dormido, su majestad descansando en su prisión de mármol esperando el momento oportuno para atacarme y atravesar el umbral. Sólo espero que no sea muy tarde para darle vida a esa pequeña luz en mi alma. Y que el mundo tenga una oportunidad una vez que yo haya caído.

Wednesday, August 29, 2007

Casa Salvaje ( Versión Completa )

Casa Salvaje
SD


“Si eres capaz de amar sólo un momento, tu vida habrá valido la pena”

Prólogo:
Esta historia se la dedico con mucho cariño a Dianita por ser hoy su cumpleaños.

No puedo decir exactamente como empezó esta historia, no puedo, no sé. He escuchado rumores sobre ella, susurros en el viento y todo tipo de relatos que me han dado una leve idea de lo que puede significar pero nada concreto para iniciar. Primero que nada, “Casa Salvaje”, el título, sé que alguien ha escrito antes bajo este concepto y apenas tengo una leve idea de la idea original. He hurgado varios sitios en busca de la historia sin más respuestas de lo que alguien me enseñó y por eso creo que empezaré escribir mi propia historia. No tengo un principio concreto, sólo dos palabras que resuenan en mi mente desde hace ya varios años, una idea vagamente desarrollada, un par de manos para escribir, una cartera de cuero con mis papeles, un bolígrafo y ánimo para seguir escribiendo.

Parte I – Origen
“Sólo hay tres tipo de escritos, los heroicos, los de amor, y el hombre en busca de un sentido”

Hace mucho tiempo en la región del Hades existió una hermosa diosa custodiada por lobos de espíritu libres. La manada tenía por nombre Caza Salvaje. Este séquito especial guardaba la división entre el mundo del Caos, el mundo de la muerte y el nuestro. Un día un mortal sedujo a la diosa y su amor fue tal que el universo tembló con esa unión. La inquietud dominó a Caza Salvaje y comenzaron furtivamente a moverse por todo el territorio buscando señales de una amenaza. Días después el mortal fue asesinado y reemplazado por uno de los Señores del Profundo Abismo. Algunos mitos dicen que la guerra que se desató duró mil días, otros que fueron cien años. Al romper el alba del último día, una estatua quedó de pie, los Señores del Caos y la Caza Salvaje se habían sellado. Pasaron muchos años, el hombre pisó por primera vez la tierra, el hombre se hizo cazador, el hombre se hizo guerrero, el hombre se hizo ciudadano. El tiempo no borró las huellas de la batalla; el tiempo dejó una casa.

Las murallas son altas, pensadas para hacerte sentir pequeño e insignificante. Las piedras con las que fueron construidas, sí es que alguien se atrevió a concebir algo tan perverso, tiene la forma de lobos jadeantes petrificados. Sólo una sensación, una escalofriante sensación. La muralla es inexpugnable a excepción de la cara oeste donde a capricho se forma un arco de entrada. La vista no es un sentido fiable en ese lugar; en la entrada parece que el jardín y la casa están separadas por un par de metros. Pasada la entrada estás en un inmenso laberinto. Los desafortunados que se aventuran llegan de rodillas a la entrada principal, jadeando por la dura jornada que implica atravesar ese maldito lugar. La sensación de acoso nunca te deja en paz, alguien invisible y omnipresente te observa y deja sentir la pesadez de su mirada sobre tus hombros. El interior de Casa Salvaje es más aterrador.

La casa es inmensa, algunos la describen como un castillo, otros como una fortaleza, unos más piensan en una mansión. Lo cierto es que la arquitectura no es en lo absoluto uniforme. La verja da la impresión de pertenecer al s.VIII, los detalles de piedra labradas hacia el interior, sus torres de vigilancia, los pasillos en al parte superior para defender la fortaleza, todo hasta en su más ínfimo detalle da esa impresión. La fachada principal da la impresión de un viejo burdel. La pintura blanca no da muestras de tiempo, las ventanas se encuentran limpias, las rojas cortinas recién colocadas. No sé con precisión la altura del lugar, yo le calculo unos cuatro pisos. Los amplios soportes de madera que sostienen el techo tejado sobresalen la casa y sobre ellos varías gárgolas del infierno saludan a los recién llegados.

El interior de la Casa Salvaje es totalmente distinto a su fachada. Al principio parece la entrada a una cueva; ninguna luz alumbra la estancia y el aire se turna húmedo y caliente. Una vez dado el primer paso hacia adentro, la puerta principal desaparece, se ilumina el lugar y se percibe una gran estancia circular. En el centro está grabada una rosa de los vientos, en forma de anillo hay una inscripción que dice: “Lo que entra no es lo que sale y si te sales, sólo habrás entrado más”. Si te paras ahí podrás percibir siete puertas distribuidas equitativamente. La luz no parece provenir de ningún lado, no hay ventanas, el techo es tanto más distante de lo que parece ser a la entrada mientras que las pareces están tapizadas de suaves grabados cómo si fueran objetos. Ninguna puerta da dos veces al mismo lugar, todas son espacios vacíos empotrados en los gélidos mármoles de la casa. Una puerta da a la salida, una puerta atraviesa el centro de la casa, una puerta es horror puro y desesperación, una puerta, la puerta de la luna… No preguntes, yo soy la Casa Salvaje.

Su nombre es Anu, tiene 13 años, es un chico normal, su familia no es rica ni es pobre. Para ser honestos es bastante cobarde, no se arrima a las chicas, odia pelear, le gusta estar en su casa sin hacer nada, le gusta la televisión y muy de vez en cuando hace ejercicio. Siendo francos es un poco fofo, adora la comida chatarra, odia la lectura y le gusta salir con el “flaco”. Su vida no tiene nada de interesante, sale con los viejos amigos, le grita a una que otra mujer y cuando se aburre se echa en la cama como un perrito faldero.

Wish es un joven cazador, su esquelético cuerpo es más ágil que una gacela y sus piernas compiten con las del gran predador de la selva. En la espalda carga siempre con dos troncos alisados que usa como armas, mientras que en su cintura ciñe un cuchillo de hoja ancha para extirpar la piel de sus cazas. Su camisa de cuero cubre heridas en su pecho, heridas que cuentan grandes historias en sus escasos 13. Wish ha vivido toda su vida en los linderos del corazón de un pequeño hombre, su misión en la vida es protegerlo. Criatura desdichada que no tienes pasado ni futuro ¿Saldrás algún día de las sombras?

Jane, su frágil cuerpo de cristal se asemeja a una diosa hecha niña, su mirada te implica en un misterio, es agraciada como ella sola, su presencia es capaz de alumbrar un día oscuro y se oculta tras un velo de falsa timidez. La primera vez que volteé a ver a Jane sabía quien era ella, y peor aún, sabía quién era yo, el pobre de Anu, el niño indefenso ante el mundo, el intelectualoide, el Nietzche prenato, yo. Anu se acercó a ella con el corazón en la mano, estaba cansado, muy cansado, el tiempo no dejaba de correr y ella se fue. Todas las sensaciones se juntaron en un único clímax siendo que ese corazón dejó de latir. Me quedé entonces sumido en las tinieblas pensando en que sería de mí; fue uno de esos vagabundeos nocturnos donde encontré la tenebrosa mansión.

Parte II –La bestia
“Uno entra y nunca más deja de entrar”

Todos le profesan un terror especial a esa mansión, nunca pude llegar a entender porqué. A lo largo de la historia de la ciudad cada alcalde ha intentado demolerla ya que ese el centro geográfico y se encuentra edificada sobre el único cerro de la ciudad. El día de hoy me voy a adentrar a ella, traigo una linterna, pilas de repuesto, algo de comida y un cuchillo para defenderme. Cuentan los viejos que nadie ha salido vivo de ahí y que a veces mueres sin siquiera poner un pie adentro.

Las puertas se abrieron de par en par, cómo si me invitaran a entrar, diciéndome, soy tu anfitrión, entra que eres mío. Una vez adentro vomité el sándwich que había comido un par de horas antes, un leve mareo se dejó sentir en mi cabeza y correr por mi piel. Mi cuerpo se embotó ante la repentina excitación de mis sentidos. Mi vista se tornó borrosa, los tres metros de la puerta principal a la verga se convirtieron en cien. Volteé y no había a donde regresar. Como pude me arrastré hasta la puerta de entrada, mi piel ardía en llamas, o eso fue lo que sentí. Creo que una parte de mi alma se quedó ahí; llegué a la colosal entrada a la mansión. Sentí como mi rededor estaba incendiándose, un entre extraño penetraba mi selva, la hora de cazar había llegado; en cuestión de segundos me convertí en su presa. El calor se volvió insoportable, mi piel ya no era la mía, mi conciencia se desvanecía. Me clavó sus garras rápidamente y sufrí por primera vez la agonía del lobo. No lo recuerdo bien, pero sé que mi corazón cedió y que me convertí en el huésped de la Casa Salvaje.

No supe inmediatamente lo que me pasaba, pero la cruda, el sabor a sangre, los instintos alborotados me hicieron darme cuenta, me había convertido en un hombre-lobo. Lo recordé, la primera vez que rasqué esa palabra tenía escasos seis años. El temor y la curiosidad llenaron mi mente de niño y ahora era mi realidad. Recuerdo que me impactó la transformación, la legumbre atmósfera, “el luna” en el cielo pavoneándose y mostrando su penacho, orgulloso, penetrando en la pobre criatura y sacando el más puro instinto animal. El hambre de carne, la sed de sangre, el ansia de castigo hacia los mortales impíos. Sí, hombre-lobo.

Tres noches al mes hay luna llena en la ciudad. Tres noches dejo de ser yo para convertirme en él. Un mes me acosa con su promesa de sangre, un mes el puñal de plata se queja dolorosamente mientras se retira a un instante de mi pecho, un mes la criatura se mofa de mi debilidad. Jamás debí haber vuelto a la vida pero creí que podía matar al terrible lobo. Ahora que lo pienso era mi destino, Anu de Anubis, Dios egipcio de la muerte, el can que siembra el temor de las tierras de la blanca muerte y del carmín mar de lágrimas.

Vivo en un pequeño departamento, en el 7° piso de la sección este de la ciudad, desde aquí se ve la mansión del Caporal. Ahí, dice mi abuelo, habita el diablo desde hace poco y por eso hemos vivido siete meses temiendo la luna llena, la noche de la bestia. Cada vez que la luna muestro sus heces, la casona desaparece, y en su lugar queda un horroroso monstro que siembra pánico en nuestros corazones.

Anu, un chico como cualquier otro, tímido para hablar, de mirada fuerte pero con un algo que simplemente era encantador. Se me acercó un par de veces pero creo que no le hice caso, me gustaba, pero mi orgullo no me dejó responderle. Dos o tres noches suspiro por él, pero luego recuerdo que eso nunca será. Corren los días y se aísla, se va, huye de algo, pobre criatura, pobre de Anu.
Anochece en la ciudad de las luces, el colosal de hierro. Los cinturones de miseria que rodean los rascacielos cobran vida, miles de almas en un grito de dolor que se funde con la noche. En la cima de los gigantes de hierro yacen los reyes del mundo, pudriéndose en su gloria, pavoneándose de su oro, burlándose hacia abajo. La nueva Babel se yergue sobre sangre, la gran Sodoma, la triste Gomorra, la vieja Troya. Si tan sólo supieran lo que aguarda. La noche llama, la luna llena se asoma y renace el ángel castigador.

La luna palpita, la sangre fluye, la danza de l muerte. Ciudad maldita, en esto has caído, mis sentimientos brillan y la gente muere. Hijos del pecado, gemid, el gran pecador ha llegado, el Iscariote bíblico, el lobo asesino. Amor puro, poder sin culpa, la consigna de Caza Salvaje; los ríos de desesperación corren como potros salvajes hacía su incierto destino, el final del desfiladero.

El fuego a quemado la última brizna de pasto, el paisaje negro y lúgubre me doblega y mata. Mi presa también ha escapado, mi vida resbala bajo la acerada cuchilla que atraviesa mi pecho. He fallado, he muerto en esta tierra de la gran diosa Artemisa. La guardiana del inframundo me arrojará a los lobos por no haber cazado esa presa.

Sueños o realidades, dos lados de una misma daga, versos o poemas, ramas de un mismo árbol. Te amo hoy y te amaré mañana, seas realidad o sueño. No entiendo al amor, no es un cuadro que pueda pintar y sentir que lo entiendo, tampoco un sueño que se incrusta en la realidad. Simplemente es un reflejo en el filo de la cuchilla. Una ilusión dentro de esta horrible pesadilla.

La noche me llama con su cándido sudor, tomo mi bicicleta y me acerco al lugar maldito. Sé que no podré evitar lo que suceda. _Hoy llega más temprano que de costumbre, creo que si me acerco lo suficientemente rápido podré tomar una foto y escapar. _Mi corazón palpita demasiado rápido, los recuerdos de Jane zumban en mi cabeza con mucha frecuencia, no lo soporto y golpeo las puertas del caserón. La pesadilla comienza rápidamente y no pongo resistencia en absoluto. El día se torna rápidamente en noche mientras el lobo nace y la luna llora. _Llegué tarde, nadie nota cómo la mansión se desploma y surge la bestia, mejor huir de este lugar.

_Estoy consciente más no dejo de sentir este instinto asesino correr por mis entrañas, tengo hambre, es momento de cazar. _Nunca antes había podido entablar una batalla contra el lobo del mal, algo me dice que hay una razón para esto. _Es una mujer lo que hay en frente, mi cuerpo no obedece, mis músculos corren. _Es mi final, voy a morir. _Hoy no me vencerá, hoy no, una vida importante depende de mí y el lobo no me ganará. _Parece que se retuerce, ¡¡esos ojos son humanos!! La dama se acercó y abrazó al monstro del infierno, aquella noche no se derramó una sola gota de sangre.

Desperté en el lecho Jane recostado sobre sus blancos y suaves pechos, se encontraba parcialmente desnuda y yo tenía un espantoso dolor de cabeza. Abrió sus bellos ojos y me lanzó una sonrisa y dijo: _Eras tú todo el tiempo, espanto de hombre. No supe que pensar, dejé que mi instinto guiara mis movimientos y suavemente la amé.

No sé cuántas veces atravesé el arco de entrada de ese tenebroso lugar. Sé que a veces parecía una casa, otras un burdel, unas más un castillo y en ocasiones una mansión. Mis ropas se evaporaban en la entrada y mi conciencia se fijaba en una de las siete puertas. No sé con precisión si yo entraba en la puerta o la puerta entraba en mí pero reconozco el sabor a ira, espíritus en pena que orgásmicamente intoxicaban mi cuerpo y embotaban mis sentidos; el débil resplandor de la luna humillándome y convirtiéndome en su amante, en su huésped. Esa noche tenía una certeza, ella me amaba.

Parte III –La guerra
“Amor Puro, Poder Sin Culpa”

Harapos, todo lo que queda de mis ropas tras un largo y vertiginoso entrenamiento. Dos vidas, dos tristes finales, el sol se levanta y la batalla apenas comienza. Es momento de descansar. Ha pasado tiempo desde que morí y todavía recuerdo; De día era un hombre de la selva, de noche soñaba que vivía en la ciudad, en su noche retomaba mi senda en la jungla. Es momento de dar el siguiente paso, es tiempo de regresar. Un hombre no debe vivir sin su corazón. Ella me llama, yo regreso

No resisto la tentación de seguir caminando, esta noche es luna roja; no me importa mi pudor más, el amarillo sol se torna pálido mientras cede su lugar a la noche. En el horizonte se divisan nubes de tormenta acercándose a gran velocidad. Mi sangre hierve esperando la hora maldita de la transformación. Del lado opuesto de la ciudad una figura se dibuja con singular lentitud. La Caza Salvaje se revuelve en mis entrañas, no aguanto estas bestias.

Para él todo se tornó borroso, débilmente luchó no con el lobo del mal sino con la desesperada manada de fieras que en él habitaban. Se encontraba en el centro de la Casa Salvaje, una habitación cerrada de descomunales proporciones cuyo piso estaba forrado por una espesa capa de arena blanca. La bóveda se perdía a lo alto y la luz parecía no venir de lado alguno. Anu dirigía cautelosamente la batalla mientras Wish con su cuerpo obedecía las órdenes del primero. Uno y otro en un mismo ser se precipitan hacia el centro, con espada en mano, en busca del anfitrión de la Caza Salvaje.

La suave brisa del otoño roza mi pelo, el espasmo solar se deja sentir sobre mi piel desnuda, me abato ante el orgasmo que recorre mi ser. La punta de un edificio no es precisamente el lugar más hermoso para permitir que esto pase pero no hay más. La conciencia se me resbala de las manos como suaves pompas de jabón. El día se convierte en noche y la realidad un sueño… La piel comienza a arder mientras el pelaje que no es el suyo lo posee. Un orgasmo, la luna lo está violando, rompiendo su cabeza, sus recuerdos, su ser. Ya no es hombre, tampoco animal, tan sólo el huésped de la Casa Salvaje.

Entro a la cueva y siento la desesperación de amarla, oh hermosa Jane, tocar tus pelos, acariciar tu piel, sentir tu sedoso tacto recorriendo mi cuerpo, tus suaves pechos bajo mi mano traicionera. Sí tan sólo no me sintiera presa de este lugar, sí tan sólo no fuera éste tu reflejo, sí tan sólo fueras real. Morí hace mucho tiempo y tú no eres más que una mera ilusión. Maldigo el tiempo que nunca fue, las noches que no tuve, las horas que no estuvimos, maldigo tener sólo fragmentos de una historia inconclusa. Visito tu cueva una vez más y sonrío la ventura de encontrarnos en paz.

El temor reinaba aquella noche en la ciudad, dos terremotos habían arrasado con la mitad de ella y los relámpagos amenazaban con destruir el resto. En medio de la confusión se veían dos figuras, la primera era la de un humanoide enredado en telas varias, la segunda la de algo parecido a un lobo y a un hombre. El Señor del Caos portaba una espada como única arma, Caza Salvaje se valía de sus garras y colmillos para defenderse, la muerte tocaba su Cumbia mientras la ciudad caía con su ritmo.

Al ritmo de la luna baila la Caza Salvaje, al ritmo del viento, al ritmo de la muerte. Tan sólo quedan en pie un par de murallas en recuerdo de ese ayer. La muerte toca la melodía del amor, finos acordes de caos, sensibles armonías de corrosión. La ciudad se tiñe de rojo con la enamorada luna de loto. La vieja batalla tomó carne una vez más.

Una bestia, un demonio, dos entes en una batalla que había tomado forma desde hacía tantos años. Él sólo sentía el precipitar de las bestias hacia su enemigo, un torrente sin caudal. Las visiones de la ciudad se mezclan con las de la Mansión del Diablo, este es el cenit de la batalla; piedras caen, los edificios se desploman, los cielos lloran, la gente grita, la tierra se fractura. Una vida humana perece en las manos de Caos, dos, cientos, miles. Las puertas se esfuman y queda sólo el corazón de la Casa Salvaje.

Wish ve a la hermosa Artemisa parada ante él, las suaves curvas de su cuerpo desnudo lo atraen irremediablemente. Anu pelea contra la manada de bestias que busca poseer su cuerpo, una grotesca mezcla de pelaje, huesos y sangre se mueve por la ciudad en contra de un ente de destrucción. Todos temen, uno destruye con placer, el otro mata sin remordimiento. El cielo electrificado devela una ciudad roja, la luna contempla fría a su hermana muerte, un aullido se deja escuchar, Artemisa ha bebido de Wish.

El lobo esta hambriento de sangre, sus heridas son mortales, Anu perdió su conciencia. Artemisa sostiene en su mano derecha una daga que suavemente desliza hasta el corazón de Wish. Caos sujeta al lobo y lentamente le drena la vida. Se deja escuchar un grito proveniente de la sección este, un destello de luz evita que Wish muera apuñalado. Anu recobra sus cabales y la bestia del mal se torna en un hombre.

Entonces el Huésped se convierte en anfitrión, el lobo cae y la batalla cambia. Caos sonríe, su oponente ya no es la temible Caza Salvaje, es un pobre mortal enamorado. En los primeros momentos de la batalla recibe 5 estocadas y cae desangrado. Una risa es todo lo que puede ver, una sonrisa se dibujaba en su rostro y muere. No era su batalla ni su momento por lo que era todo lo que podía hacer. Wish cobró conciencia de su ser estando al filo de la muerte y con el corazón de Artemisa en las manos arremetió contra Caos.

Me encontraba con ella sentada en un horizonte desconocido, en nuestra historia. La había esperado por largo rato y a pesar de que mi cabeza titubeó más de una ocasión, mi corazón se mantuvo firme. La tomé de la mano, la besé y comenzamos a caminar hacia el futuro. Por primera vez en mi vida mi cuerpo se sentía ligero, mi cabeza fría y mi corazón ardiente. Había logrado superar la prueba de Casa Salvaje.

Desperté y los encontré muertos a mi rededor, caí de rodillas y dos lágrimas asomaron por mis ojos. Un súbito chorro de agua fría cayó sobre mi cabeza, los recuerdos comenzaron a caer lentamente en su lugar. La forma en que cambié, todo volvió a ser justo como debía ser. Aquella tarde estuve en medio de una guerra, y fui Caza Salvaje, y fui Caos, y fui su amor.

Amanece en la ciudad de las cruces, extensas hileras de cristianos y gentiles adorando al impasible señor oscuro. El lobo estacado ríe y su canción ha muerto. Mi nombre era Anu, mi nombre era Wish, mi nombre es Reubén, y ella mi esposa.

Parte IV- Epílogo
“No existen el vivieron felices para siempre”

Han pasado muchos años y fuimos pocos los que nos quedamos a reconstruir. De vez en cuando regreso a las ruinas de la Casa Salvaje, recorro la mansión, los laberintos que la formaban. A veces tengo sueños sobre cómo acabó ese día fatal pero no estoy muy seguro. Los lobos escaparon de mi cuerpo, regresándole la vida, a la cabeza había uno más, uno que me resulta familiar, con ojos humanos. Pero nunca podré saberlo. Tomo a Jane de la mano y regreso a casa, mi pequeña Artemisa se adelanta y siento detrás de mí un latido.

Tuesday, July 03, 2007

Eso III: La búsqueda sin Fin

SD

Parte 1. (Ansiedad)

Ansiedad, el veneno de mi alma, cuando menos lo espero, llega, me desnuda, me posee. Es un demonio del silencio que arrasa mis sentimientos, mis pensamientos, vacía mi cuerpo y lo deja indefenso en la acera bajo el acerado designio del cielo. Le tengo miedo, mucho, no respeta instantes, situaciones, o cualquier circunstancia, es un caudal desbordado sediento de libertad.
No tengo defensas contra ella, sólo una infinita sensación de fragilidad y una visión de mil templos derrumbándose sobre mí. La conozco mejor de lo que me gustaría y es por eso que sé que no tengo forma de combatirle y la esperanza se esconde en mi desesperación. Me sé débil, muy débil, los segundos se vuelven horas y las horas instantes cuando ella ataca. No lo evito, dejo que fluye y que momentáneamente me mate, eventualmente nos cansaremos y se irá.
Mi cuerpo se satura de ansiedad, esa necesidad del movimiento perpetuo hacia todas direcciones, incapaz de concretarse en una sola armonía. Es agotadora, extenuante, la antítesis y no lo opuesto de todo lo que aspiro. La ansiedad es un movimiento que paraliza, un sonido que enmudece, una luz que oscurece, una sensación que no es sentida. Así es, ella, en sus más profundas raíces es una ardiente manifestación de amor que se sabe incapaz de manifestarse. Razón de más para ser poderosa y temida, no la controlo, no quiero hacerlo porque sólo así sé que mi corazón palpita.

Parte 2. (Retomando los fragmentos)

La dualidad es la base del cosmos, la muerte del caos, el principio del fin. Tengo un nombre por el cuál me conocen todos aquellos con los que interactúo en este largo caminar. Ese no es mi nombre verdadero, ese que es único e irrepetible, aquél que encierra todo lo que en verdad soy. Cuentan las leyendas que al nacer las almas se separan para algún día volverse a encontrar y ser felices para siempre. Más toda leyenda tiene su origen en una realidad aunque ésta no sea patente a primera vista.

Hace muchos años el gran Cosmos sufrió una fractura, al principio no parecía nada grave hasta que se convirtió en el acceso al gran Caos. Una estrella silenciosa cayó en un primitivo planeta junto con los restos de aquellos intentaron escaparon de la gran anomalía. El primer hombre y la primera mujer, no poseían materia, sólo la conciencia y la voluntad para existir. Este es el principio de la leyenda y tal vez el final.

Me encontré en un lugar vacío, un punto muerto de la historia, tras vivir por largos meses una extraña doble vida me encontraba sólo en la realidad. Pensé que sería maravilloso poderme concentrar en lo que tenía que hacer pero ese fue sólo el principio de la ansiedad, necesitaba de eso urgentemente. Las cosas no mejoraron, me encontraba perdido .

Al principio creí que todo iba a salir bien pero rápidamente me encontré con varios obstáculos y ya estaba demasiado cansado como para evitarlos. De un día para otro el mundo que parecía girar a mi favor se tornó en mi contra, tuve la más grande depresión de mi vida no causada por una mujer. Pero la realidad eran las ardientes flamas del desierto las que me consumían, la falta de aliento, de la preciosa agua y de la voluntad para seguir adelante. Mi precioso oasis era sólo un espejismo y el sueño que perseguía se convirtió en eso, una vana falacia. Por momentos fui feliz, y vaya que lo fui, algunos amaneceres eran más rojos que otros; algunas tardes eran más lentas y sinceras. Algunos días le sonreí a la vida y los menos ella me sonrío.

Hubo ocasiones en que la luna me dirigía agresivas miradas y me convertían en mi otro yo. Las vendas de mis pies se encontraban esparcidas por las dunas, la carne viva dejaba su agua cómo rastro para los carroñeros. Los restos de mi espada quemaban mi espaldan mientras mi vista se tornaba borrosa. Esos días bajaba la miraba en busca de la orilla del lago que nunca encontré. Saborear sus aguas, escuchar ese breve susurro de tranquilidad, rozar mi cabeza sobre su manto. La respuesta al enigma de eso. Esos tristes días cuando las nubes grises te opacan el alma, días ciegos al milagro de la lluvia y de la felicidad.

El día estaba muriendo cuando llegué a mi límite y pensé en la noche como la anhelada salvación que necesitaba, el respiro a la tempestad. Lo sabía y guardé silencio, confiadamente, fingiendo la inocencia del ignorante, seguí adelante. A unos pasos yacía la Sombra del Destino, encaramada detrás de un árbol, aguardando cual predador asecha su presa. Este peculiar ente es diferente para cada persona, en mi caso se trataba de una gentil chiquilla. Sus inocentes labios susurraban mi nombre. Voltee mi cabeza y observé sus ojos escarlata, claros, brillantes, vivos, deslicé hacia abajo la mirada, pasando por su pequeña nariz, sus delgados pómulos, su suave boca que mostraba labios sabor cereza.

No me di cuenta cuando mi mano acarició sus suaves pechos. Fue como tocar dos trozos de cielo. La luna a sus espaldas la hicieron mágica, una diosa seduciéndome y reclamándome como su Señor. Con toda delicadeza rocé con mis dedos su espalda haciéndola estremecer toda. Junté sus manos con las mías y descubrí que estaban vacías. Inmediatamente fijé mi mirada en su rostro y descubrí lo que ya sabía, una sombra más, como tantas del pasado. Traté de mirar a otros lados cuando descubrí que todo el mundo se había sumido en tinieblas. “Si un árbol cayó en medio del bosque y nadie lo escuchó ni lo vio caer, ¿cómo sabes que se ha caído?” Si una estrella muere en la soledad del día, ¿podrías realmente decir que se ha ido?

Las avecillas de paso se posaron en el frágil mármol sobre el pasto, le cantaron su más sencilla canción, y le robaron un destello de vida. Los caídos y los vagabundos ven ese limbo entre el día y la noche cómo el más maravilloso, porque sólo ahí se saben fuera del mundo. Muy temprano en la mañana me encontró tirado un pasante del desierto, su aspecto era el de un hombre marcado por las arenas; joven y con arrugas de señor, experto en el arte de sobrevivir e inexperto en los caminos de la vida. Abrumado por mi condición, buscó entre su equipaje algunas yerbas medicinales con las que untó mis ojos. Me quitó los vendajes manchados de sangre y los remplazó por telas limpias. Agradecido y sin un ápice del tiempo en el que me encontraba le devolví una sonrisa.

Caminamos un pequeño trecho del desierto, platicamos de todo y nos hicimos amigos. Antes de que los caminos divergieran me entregó un collar que encontró entre mis vendajes, miré la verde piedra en bruto y le agradecí el gesto. Seguí el paso del desierto otro trecho hasta llegar a un cañón. Me senté en la orilla a contemplar el nuevo mundo que se abría ante mis ojos, contemplé sus promesas; llegué a donde no pensaba ir y encontré enigmas que no pensaba responder. El descenso por la pared se veía eterno, tenía poco equipo y los huesos cansados.

Parte de mi espíritu roído con sólo mi frente en alto. La lluvia del desierto se precipitó con su mágico correr de vida y esperanza; con su rítmico caer y su frío marchar me arrancó una sonrisa. La cuerda, hecha de hebras de tiempo, se fortalecía con cada gota de agua. El tiempo se esfumó, mi destino podría esperarme toda una vida y yo en cambio me precipitaba a su rápida conclusión. En mi atolondrada bajada olvidé ver las inclemencias del terreno, mi equipo pesaba mucho y la forzada marcha me estaba agotando. Me aferré a la esperanza de llegar rápidamente al fondo sin medir los riesgos. Más de una vez me quemé las manos estando al borde de perderme. Los momentos de descanso se convirtieron en respiros y alegrías. Agradezco ese duro paso pero eso momento de seguir adelante. El descanso en el que estoy es engañoso, sólo deseo ver mi dulce lago, mi dulce ser.

Parte 3. (Oraciones del día)

>El camino más corto. Pasado y Futuro dejan de existir y se convierten en presente. Estoy parado sobre mis pies, creo que de alguna forma el tiempo se ha congelado con tu ausencia y tengo miedo que nunca más pueda volver a girar. El reloj se detiene pero yo no, perdón, sólo soy un humano al igual que los que me rodean y no puedo evitar desviar de vez en vez mis pensamientos. Mis heridas se curan, me verás con otro rostro y otro cuerpo aunque tengo miedo de hacer algo mal, agrietar mi piel, agachar la mirada. A veces soy tuyo, a veces no. Regresa y dame tu mano, sólo eso, no te miento, sujétame y acabará el caos, tómame y comenzará el cosmos <


>El río, mi camino, ha sido creado para probar a los aventureros, para determinar si se trata de un ser o de un ente, si está listo para recibir eso o si debe ser condenado a la muchedumbre. Tal es el destino de los buscadores de eso. Así despierto cada madrugada, recordando cómo alguna vez fui, a la gran masa de agua precipitándose sobre mí. El sofocado grito de auxilio, el letargo que le siguió y la llegada al presente<

>Y pienso en el ayer, más allá del horizonte visible por mis ojos, veo una niña que ya es mujer, unos ojos penetrantes que se clavan en ella. La mirada suya que a reservas me dirige son dos punzadas en mi alma, sigo mirando, sigo llorando. Es la felicidad de ayer, el recuerdo de hoy. Dos figuras se mecen suavemente sobre el oleaje del pasado y son felices, dos sombras que no debo perturbar. El viento a mis espaldas me susurra suaves palabras de amor, a veces escucho, a veces me caigo. Soy débil cómo cualquier otro, no un guerrero, no un peregrino, un mortal que espera la llegada de eso. <
< Pensamientos al atardecer>

Parte 4. (Penetrando el espejo)

> Entonces me pongo a pensar en lo que ha sido de mi día de la forma más imparcial y me doy cuenta, aunque sólo sea por instante de lo que realmente soy. Quisiera vislumbrar todo el cuadro y entender la pintura pero se trata únicamente de un conjunto de imágenes moviéndose por el espacio, una sinfonía difícil de escuchar. Me siento en mi cama y siento la necesidad de ver el cielo estrellado, en cambio el desordenado paisaje nocturno de la ciudad. Cierro los ojos y no duermo, me dirijo a mi escritorio y encuentro mi computadora apagada, no es momento de escribir.

Camino a mi espejo en busca de sueño, hoy no pienso fugarme de la realidad en ilusiones. Veo mi reflejo y me doy cuenta que se trata de muchas personas. La primera figura que veo es sombría, delgada, desaliñada y deprimida. Suelto un grito en el silencio, miles de preguntas circulan por mi cabeza, entonces deseo que se detenga el dolor. Lo veo a los ojos y se esfuma la visión. Tras él hay varios rostros congelados por el tiempo, no están acostumbrados a ser vistos a la luz pública. Los hay de todas las edades e incluso algunos que no puedo reconocer porque a penas se están formando. Sigo penetrando en mi reflejo y veo que hay más caras alegres y más momentos de paz de los que puedo ver.

Después de mucho caminar llego a la figura principal, la que estaba buscando. Me mira a los ojos y me aterroriza, no es lo que pensé. Es mi reflejo, un hombre de mediana estatura, de facciones delgadas excepto por su estómago, ojos vivachos, mirada penetrante, un aura de tranquilidad que pocos poseen y otras cualidades de las que me sé falto. Yo lo veo y lo penetro, conozco sus verdades, todas y cada una de sus debilidades. Lo veo y me aterro, no esta triste, no está deprimido, nada de nada. Me cuestiono si lo que veo es sólo una ilusión, quiero hacer algo y me doy cuenta que sólo es un espejo.

Me agacho y veo el piso, recreo en mi mente la visión de mi reflejo. Estoy frente a mí y me doy cuenta que él engloba todas las figuras por las que pasé, todas excepto una. Sus labios se mueven pero no producen ningún sonido; entiendo su significado. Mis ojos se fijan en su pecho y encuentro la herida, quiero tocarla pero no puedo.

Con cierta serenidad en mi alma, dirijo mis pasos al refrigerador y me sirvo un vaso con agua. Al dejar la jarra en su estante correspondiente golpeo el dorso de mi mano derecha con la puerta, la cierro y la acerco a mis ojos. Ahí estaba el pasado, el presente y el futuro, coexistiendo en ese instante, mostrándome una nueva verdad. Tú, soy feliz, esa herida que tanto arde me la hice mucho tiempo. No es el fin del mundo, sólo una cortada que el tiempo sanará. Pero la sigo mirando, sigo concentrando mis fuerzas en esa pequeña punzada de dolor, entonces es importante. La sombra se desvanece a medida que me sumo en el sueño de la noche. <

Parte 5. (¿Conclusión?)
Finalmente ¿En quién caen nuestro sueños, deseos y pensamientos?

Friday, March 16, 2007

Somos risas, somos sombras…. y este sueño se acabó

Somos risas, somos sombras…. y este sueño se acabó
S.D.

Se ha salido de control, estas yéndote y las sombras regresando. No sé si por qué pasan las cosas pero accidentalmente caí enamorado de ti. Sería un error negar la gama de sensaciones que me consumen en este instante y ya llegado el final no sé si se trata de mi vida o simplemente de un sueño que soñé en el tiempo. Las imágenes de lo que fue y de lo pudo pasar se confunden lentamente en la imaginación y no distingo que es real o si estoy imaginando cosas. El futuro, antes claro, es ahora una mancha borrosa en el firmamento. Estoy cambiando y seguiré haciéndolo más no puedo asegurar que seguiré siendo el mismo a tu regreso.

Puck: Hoy la noche más corta solsticio de verano es.

Ya acabó teatro y para fines prácticos esta ha sido la última puesta en escena de noche de verano en este espacio que tan felizmente nos ha acogido y visto crecer. No habrá más ensayos, ni desveladas, ni risas, ni sueños, ni frustraciones. Estoy feliz por haber acabado este ciclo porque ya era el momento de hacerlo y me ha hecho crecer. Pero bueno no es para hacer tanto drama, sencillamente he llagado al punto más alto de esta montaña y hay que ver el horizonte gris, las nuevas promesas, los nuevos desamores, amores, etc…

y el camino se abre]

Los ciclos académicos cobran fuerza y demandan desvelos, pasión y horas de estudio, cosa que me gusta poco y que disfruto otro tanto. Así que habrá que aplicar la ley de herodes.

Larga semana llega a su fin, es domingo, día de descanso. Fue entrega de calificaciones, ensayos exhaustivos, presentaciones de teatro, presentación en Furia grupera [bailé Ghost y por cierto me fue a toda madre, pero eso es para otro día]. Despido a una amiga, saludo a mi destino y en fin, todo esta bien en la tierra.

try{
historiaFinCiclo(VoldemortII)
}catch{
IOexception(0);
}// No es tiempo de contar esta historia pero los dejo con el pendiente = )

Punto. Se cierra un ciclo, dos, tres, cuatro… Sólo queda afrontar sus consecuencias, sonreírle a la vida y ver cómo todo se da. Dice un amigo mío, existen tres tramas en este mundo: la del héroe, la del amor/desamor y la frustración humana. Tal vez por eso comencé a desvariar en lo que escribo exponiendo pensamientos aleatorios en busca de un sentido.

Sólo fue un sueño, uno entre pocos. Llevo varios meses sin dormir, cierro los ojos y despierto en otro campo de batalla, agonizo, veo un gris horizonte, una luz, será el final. Soy una sombra, un sueño, una poesía nunca dicha, un verso no cantado, un sol nunca amanecido. Soy el ocaso del amanecer y el oxidado bronce de los héroes caídos.

Un rayo de luz se filtra a través de mis dedos tendidos al cielo. ¿Escuchará mi plegaria? No. Soy solo un pobre exiliado ¿Qué he hecho? ¿Qué no he realizado? ¿Hay una razón para estar solo? Me cobija la noche con un gélido soplo de eternidad. Estoy marcado a seguir esta senda solitaria. De nada sirvieron las fiestas, los guijarros, las mujeres, los vinos, los vestidos de oro. El imperio yace en ruinas, soy su sobreviviente, la sombra de su desgracia. Mi senda me lleva a nuevas tierras, huyendo del sol, al abrigo de las tinieblas, yo que soy luz, manantial y vida. Las jornadas son largas y los harapos que me cubren a penas me protegen, mi cuerpo hecho jirones por el cansancio no cede ante la adversidad. Mis ojos empapados en tersas arenas divisan dos luceros a lo lejos. Despertaré y comprenderé mi sueño.

Claro no… está oscuro

Y dígame ingeniero, ¿Cómo es que usted llegó aquí? ¿Es un mago? Sé por experiencia propia que esto es imposible. Déjese de burradas y conteste algo, no ve que la compañía se va al pique y usted tiene la respuesta. Mírese a sí mismo, se encuentra vivo, mientras nosotros somos esqueletos y carne podrida que pretendemos tener vida. Observe las llamas, el fulgor con el que estamos siendo castigados y usted tan sereno. ¿Qué no ve la gravedad de la situación? ¿Qué no le importa nuestro dolor y sufrimiento? Verá señor que esta compañía se ha distinguido por brindarle importantes servicios a la humanidad, inteligencia, progreso, industria, hambre, muerte, peste, pobreza, mucho dinero, servicio. Todo ello y más lo han soportado bastante bien y un buen día todo esto se va al carajo. Pero mírese, tan limpio, tan arreglado, sin mancha alguna. Acá entre nos, dígame su secreto y será libre. Deje de mirarme así, no se ría. No somos sus juguetes, no somos su sueño, no.

Claro como el agua

Contempla la región. En el pasado era un enorme bosque que se perdía en el horizonte. La roca sobre la que estás parado era el centro de un río que se precipitaba sobre este abismo. Este lugar era hermoso hasta el día en que llegó el usurpador a quemar este bello lugar. Destrozaron todo lo que encontraron e irguieron enormes monumentos a su estupidez. Creyeron haber superado al mismo creador del cielo. Su orgullo se antepuso a su razón y pagaron su precio. Aquella noche la luna se torno roja de ira y los campos se secaron, el sol amigo se convirtió en su más grande verdugo y la amarga pena del cielo fue tal que no hubo llanto. El templo mayor quedó bañado de la sangre del invasor. Ante la escasez los hermanos se tornaron extranjeros y los extranjeros en enemigos. Todos los sobrevivientes que escaparon murieron salvo uno. Él regresó una tarde a contemplar en el presente su pasado y a contemplar como ese hilo de agua regresa a su hogar. Lo hecho, hecho está, yo cierro mi ciclo y volviendo a mi hogar, no a repoblar sino a morir. Mi vida es la consecuencia de nuestra desgracia que hoy por hoy es mi dicha. Me despido entonces, pasado, presente y futuro. He pagado mi deuda.

Ved con ojos tontos mortales porque los mortales tontos son

La vide es un sueño y cada uno juega el rol principal de sus vidas, a menos claro que haya decidido dejarse llevar por la el gran flujo de la masa. Eres un tonto mi querido pupilo al creer ciegamente en fuerzas que desconoces. Es posible que no hayas aprendido nada de la vida, has aprendiendo mucho y viviendo poco. Aún así respeto tu deseo e ímpetu de seguir adelante. No me mal interpretes, confío en tus decisiones y en ti. Pero creo que no es ético dejarlo todo por ese sueño en particular. Tú más que nadie has visto las implicaciones de luchar contra el tiempo y la distancia. Es una batalla que no se libra solo. Tampoco estás seguro de que realmente cuentas con el apoyo y aún teniéndolo. ¿No es el señor del tiempo y el amo del espacio dos rivales ante los cuáles ya han perdido? Son muchos factores, muchas reglas. Eres nuevo en el arte de la vida y a pesar de que estés dispuesto a lanzarte por el risco, no hay garantías de que la persona que emerja sea la misma de ayer o lo suficientemente afín. Es tu decisión finalmente, los dados han sido lanzados, las cartas están sobre la mesa y el destino es un camino que se abre al sonoro golpe del andar.

Tuesday, February 27, 2007

Fragmentos de Eso

Fragmentos de eso
SD
El horizonte es una línea azul, un río que se pierde en lo profundo. El flujo de la vida, yo y un abismo. La maleza y la vegetación se confunden fácilmente con las paredes del cañón, un punto aquí, uno allá, todo borroso. El sonido de la cascada bajo mis pies me incita a saltar. El hormigueo en mi estómago me incita a seguir adelante, a no temerle al vacío, a la soledad ni a nada. Abajo yace mi dulce río azul, la gran respuesta. Mi mano derecha gira al sentido al que debe girar, mi historia, mi vida, mi camino.

No importa el número de guerras, el número de curvas. La integral, el área es siempre la misma. Nunca llegamos al límite. La misma cicatriz en el pecho, la misma arma reluciente. La trayectoria es lo de menos, siempre acabo hecho añicos y solo. Por más que busco la ecuación sigue siendo lo mismo. Dios creó el primer fractal y la luz se hizo. Nunca llegas al final pero siempre tiendes al colapso antes de generar una curva diferente pero igual.

¿Qué es un sistema? ¿Acaso hay coincidencias? ¿Piezas en un tablero de ajedrez? Escribo una historia porque debo escribirla. Al final no entenderé por qué lo hago, si la controlo o no. Al final descubriré que es la historia me escribe a mí y no yo a ella. Nadie tiene la capacidad de crear objetos, sólo de descubrirlos y tener la ilusión de ser importante por ello. Somos sombras, luces, partículas.

Existo, tomo la curva de mi vida y la deformo cómo quiero. Como, duermo, amo, odio, es fácil hacerlo. Soy verbo, salto de un precipicio, tomo las tinieblas para llegar a la luz. No se ven las fronteras, donde el mundo está en llamas. Lloro las penas de ayer, estoy saltando, estoy nadando en ella. Existo, soy un punto, una historia, una singularidad, una frontera. Soy nada, todo, feliz.

Thursday, February 01, 2007

La Candelaria

La candelaria
SD

Han pasado más de dos mil años desde que morí. Me encuentro parada sobre la cúpula de un templo. ¿Porqué hay tantas personas reunidas? Están felices, celebran, ríen, comen tamales, atole y todo tipo de delicias. ¡Qué vergüenza! Ver esta multitud festejando en un día como hoy. Nada puedo hacer, los tiempos han cambiado mucho y la gente también.
Hace muchos años tuve un hijo, hermoso, lleno de vida, rosado como la mañana. A los pocos días fui al templo. Mi cuerpo estaba mancillado y necesitaba ser purificado. Pasados cuarenta días volví a agradecer al creador la bondad de estar limpia de nuevo. Las dos palomas que solté ese día las había cuidado con mucho cariño. Ese día especial les colgué una cinta blanca a cada una. Volaron hacia el sol para no regresar jamás. Cada vez que volvía a pisar ese sagrado lugar, veía madres soltando palomas. Pasó el tiempo y las palomas se convirtieron en velas. Transcurrió el tiempo y la tradición pasó a ser un mero relato de los historiadores.
Mis fríos bronces no pueden pronunciar palabra alguna. Más por mis mejillas resbala algo parecido a una lágrima. Contemplo a los vivos allá abajo, jugando con niño de yeso en brazos. Se escuchan los vivas, los hurras. Nada puedo hacer para callarlos. A medida que cae la noche, el hedor a alcohol comienza a subir. Las madres se llevan a pequeños y jóvenes a sus casas. Los más grandes se retiran a las cantinas a acabar con la fiesta. El atrio de la iglesia queda sucio y ni una sola ánima para resguardarlo.
Estoy triste porque ese día tuve palomas, tuve velas, tuve paz. Triste porque hoy debería festejar el día en que volví a estar limpia de todo pecado. Cansada porque sé que en la fiesta conmemoran mi regreso a la gracia y no lo saben. La luna es el único testigo silencioso de mis penas, de mí, de Myriam, madre de Dios.

Sunday, January 28, 2007

Biografia en 1984

Autobiografía de los últimos años (basada en la novela 1984 de George Orwell)

Él era un mar de sufrimiento. Su rostro demacrado mostraba los signos de la tortura psicológica a la que había sido sometido. Su esquelético cuerpo ya no era capaz de sostenerlo en pie. Lágrimas de dolor resbalaban por sus mejillas al tiempo que era arrastrado por dos guardias a su destino. El pasillo era largo y oscuro, a cada lado había celdas, donde se podía escuchar los gritos de súplica y dolor de los infieles.
En la mente del desdichado pasaban un sinfín de pensamientos. El primero y más importante era su amada Julia. Sabía que ella lo había traicionado, sabía que él la iba a traicionar, pero que aquello era lo único que lo separaba de la muerte. Bajo la sombra del nogal, tú me traicionaste a mí, y yo te traicioné a ti. Este pensamiento era seguido por una verde pradera, donde habían hecho por primera vez el amor. Recordaba la esencia de aquella mujer, su largo cabello rizado, pero sobretodo, la fragancia que expedía su cuerpo desnudo.
La imagen se desvanecía a medida que llegaban a la habitación 101. De ella se desprendió un fuerte grito, afortunadamente la pasaron de largo. Al llegar a la celda de tortura correspondiente, el señor Hunter alzó la vista sólo para ser cegado por el brillo del lugar. En el centro de ella había un aparato de tortura y otro militar esperando. El momento había llegado y no había marcha atrás. Los guardias lo ataron firmemente en la silla al mismo tiempo que el jefe verdugo examinaba metódica y cuidadosamente a su víctima. Los pensamientos de Hunter se centraron en la persona que estaba frente a él. No se trataba de un desconocido. Por el contrario, era su mentor, su amigo, su compañero, el que estaba delante. Una lágrima de sangre resbaló de su frente.
Hay personas que dicen que antes de morir uno ve toda su vida en un segundo. Él vio a Julia. Su sonrisa, su sedoso cabello, sus pequeños pero sensuales labios, sus grandes ojos, su enigmática sonrisa de niña. Su mente se situó en el último día que estuvo junto a ella. Él la abrazaba cariñosamente bajo el abrigo de la noche, sus sexos eran uno, ella descansaba plácidamente sobre su pecho, la vida pasada era una pesadilla del ayer. En ese instante de perfecta paz, Hunter recordó como un viento arrollador, una tempestad, una sombra, lo separó de su amada para siempre. Esa era su vida, y nada más. La habitación comenzó a calentarse, tragó saliva, quería evitar lo que venía, aunque no pudiera hacer nada. El interrogatorio comenzó:
- Nos volvemos a encontrar Señor Hunter- dijo Mara A’Kame- tal como se lo dije en el pasado, si volviéramos a encontrarnos, sería en este lugar. Donde la luz brilla, pero el sol nunca sale.
- Si - Repitió Hunter.
- El proceso es simple Sr. Hunter – enfatizó irónicamente A’Kame – usted comenzará a sentir punzadas de dolor. A medida que avanza este proceso usted decide si quiere continuar sufriendo o no.
Pasaron varios minutos, incluso horas, durante los que continuó el interrogatorio y la tortura física. Todas las creencias que forman y conforman al humano le fueron cuestionadas y arrebatadas lentamente al Señor Hunter. Era necesario que él aprendiera las verdades del partido y por consecuencia, las verdades de su existencia.
- ¿Cuánto es dos mas dos? –Replicó A’Kame
- Cinco – Respondió angustiosamente Hunter.
- Tu aprendizaje apenas comienza – Volvió a decir A’Kame. – Por el contrario, tu mente comienza a ceder ante la posibilidad del pensamiento dual. Antes de terminar esta sesión y comenzar con la siguiente, puedes hacerme las preguntas que quieras. -¿Cualquiera? - Preguntó Hunter – Cualquiera – Dijo A’Kame.
- ¿Qué pasó con Julia?
- Ella te ha traicionado – Sonrió maliciosamente A’Kame – jamás había visto un alma como la de ella. Radical, brillante, apasionada, agitadora. Pero al mismo tiempo frágil. Es cómo si hubiera borrado toda evidencia de lo que alguna vez fue. Lo que tuvimos con ella fue perfecto. Sus palabras, sus gestos, incluso su resignación al sistema.
- ¿Existe realmente la IBO?
- Por supuesto que existe, a la par del Sistema. Desde tiempos inmemoriales – Dijo A’Kame exaltado. – La IBO es eterna, porque así lo ha determinado el partido. No pienses mal, el Sistema y la IBO no son medios para lograr algo, son por sí mismas un fin. Buscan el poder por el gusto del poder. No les importa si sus súbditos sufren o no ya que prescinden de su felicidad. El sistema destruye a los individuos como tú y los forja a su imagen y semejanza. No seas ingenuo, estás aquí porque estás enfermo, crees que es tu derecho ser único en esta tierra. Has olvidado lo que es el amor por el sistema y nosotros te quitaremos esa enfermedad.
- ¿Qué hay en la habitación 101? – preguntó Hunter
- Lo sabrás en su momento – Replicó A’Kame – Ya aprenderás a amar a la IBO. Eso es todo por hoy, sáquenlo de aquí.
Habían transcurrido cerca de tres años en el Ministerio del Amor. Tras los cuáles la mente de Hunter fue mejorando poco a poco. Comprendía que dos más dos podía ser cinco, que siempre habían estado en guerra con Euroasia, todo dependiendo de lo que decía el partido.
Se acercó A’Kame preguntando cuales eran los sentimientos de Hunter hacia la IBO, a lo cuál Hunter respondió: – Odio. – Entonces fue arrastrado hacia la habitación 101.
- Tu sabes lo que hay aquí – Dijo A’kame. – Lo peor del mundo. Para algunos simplemente es dolor físico, para otros, cosas sin importancia. En tu caso es el examen de matemáticas.
- ¿Cómo es eso posible? – Exclamó Hunter presa del pánico – Creí que ya había pasado. No, otra vez no. Piedad.
- Ves este mecanismo que está conectado a tu cerebro. –Dijo A’Kame –A medida que falles una pregunta te causará una migraña más aguda que la anterior. De la misma forma la prueba es más y más difícil hasta que no puedas seguir acertando. Tú decides cuando parar.
No podía mirar hacia otro lado. Tampoco cerrar los ojos. El examen estaba enfrente de él. La migraña seguía estando ahí. La pregunta final se acercaba, la única que su mente no podía resolver. A medida que avanzaba y que la migraña se volvía más y más insoportable se daba cuenta de que solo había una salida. Transferir todo ese dolor y ese pesar a alguien más. Hunter comenzó a gritar cómo desesperado:
- ¡Háganselo a ella! ¡Paren esto, piedad! ¡Háganselo a Julia! ¡Pero no a mí! ¡Alto! ¡Háganselo a ella!
Hunter se encontró de nuevo en el café con Julia y le dijo:
- Te he traicionado
- Y yo a ti – Respondió secamente ella.
Bajo la sombra del nogal, tú me traicionaste a mí, y yo te traicioné a ti.
Posiblemente no se volverán a ver, o a hablar. Lo importante es que los dos ya amaban el sistema y que no volverían a desafiarlo. En otro mundo Hunter siguió con su vida, Julia con la suya. Él reencontró su lugar a la sombra del sistema e incluso se puede alegar que fue feliz. De ella se pierde el rastro, dentro de las proles, que día a día obedecen al buffet del partido.


Para: Julia

[00:18:29] Julia dice:
hola
[00:22:16] R. Hunter dice:
hola
[00:24:30] Julia dice:
k haces ?
[00:32:10] R. Hunter dice:
nd y tu?
[00:48:02] Julia dice:
nd
[01:18:30] R.Hunter dice:
no tengo nada que decir


Julia no puede enviar/recibir mensajes ya que el usario puede que esté desconectado(a)

Monday, January 22, 2007

La Peda

La Peda
SD

Mantecas:
¡Salud! A ti también flaco
Mantecas:
Vamos güera, ya se que es tu primera vez
Te va a gustar, tú confía
Tienes un trasero hermoso, ¡Virgencita!
Y esas lonjitas, mmm, que suavecitas están mamacita
¡No te pongas así! Yo se que te gusta
¡Ahhh!
No hay nada como una buena hembra por la mañana
¡Ahhh!
¡Cállate baboso! Ando ocupado, cántale a otro güey
Vez linda, me pruebas una vez, y no quieres a nadie más
No chingues vieja, no es peste, pura testosterona
Yo sé que quieres más
Estos chinches van a estar bien chulos
¿Qué? Si sólo fue una nalgadita
uff, pero si estoy fbien
¡ahh! ¡puaff!
¡ejm!
Chiquilla, eso es todo por hoy para este nene
Chingá, ya es hora de comer y yo aquí
Pinche gringo, a ver si te apuras
¡Carajo! Tengo hambre bola de culeros
Bien gringuito, trátame como rey y dame de tragar
¡Tu qué flaco!
¡Largo de aquí!
¡Qué no escuch..fmbf.bas !
¡Aléjate! ¡quita eso!
Güey, que bien sabe esta agüita
¿Apoco hoy es mi cumpleaños?
Ahora si me tratas bien flaquito
Hip, presenta a tu carnal, hip, y esas florecitas ¿qué son?
¡Quiero más coño!
ha, ha, ha, me estoy miando
Hey mula, muévete que el rey ha llegado
¡Salud!
¿A donde vamos flaquito?
¡Mi botella no!
Ni madres, que yo aquí me quedo
¡Quiero más! Putamadre
¿Qué te pareció eso? A ver. ¡Huele!
¡Idiota! eso duele un chingo
Dame más güisqui
¿Qué haces?
Pinche flaco cab----

Flaco:
Oye gringo vamos por unas carnitas
Gringo:
Pérate güey lo acabas de matar y ya te lo quieres matar
Flaco:
Ni que te gustara mucho ese pinche cerdo
Gringo:
Güey estamos en medio del rastro y tu hablando de tacos

Tuesday, January 09, 2007

El libreto

El libreto
La historia comienza con algo como, había una vez. Lástima que ese sea un mal principio, por lo que lo omitiremos. Entonces creo que de paso omito la parte en la que describo el tiempo en el que el mundo era perfecto porque de hecho no lo fue. Normalmente presentaría a los personajes pero no hay nada que decir de ellos. En serio, se trata del clásico niño tímido que no sabe que quiere en la vida. Peor aún, quien quiere conocer todas las patologías de la niña que anduvo enamorada de él. Por lo que omitiré esa parte también. De acuerdo con el libreto que tengo aquí debo narrar una larga escena en la que se conocen, repleta de luces, lentejuelas, metáforas exageradas. Cómo soy medio flojo para escribir y el lector no quiere leer tanto adorno me saltaré a la siguiente parte. El nudo de la historia tampoco es interesante, él se va, él pasa un tiempo nostálgico, y ella también. A decir verdad eso no es cierto, por más romántico que uno pretenda vivir, un buen trasero te hace voltear en menos de 5 segundos. En resumen, esta historia es un fracaso. Por lo que el final de que él se dio cuenta de todo, regresó y fueron felices, lo omitiremos. Mejoremos la historia, ella se enamora de un super hombre tipo Nietzche y a él lo convertimos en mártir. En definitiva eso suena mejor. Se me ocurre, borro esa última parte, hacemos que el no-héroe sufra de amores no correspondidos porque sueña con su primer amor. Es más, el se va, y sueña con instantes que nunca ocurren donde la está besando. El problema es que ninguna historia es realmente una historia si no interviene Murphy. Así que hagamos que el personaje principal se enamore realmente de otra mujer. Que lo sepa y que no lo pueda sentir hasta el momento en que ella ande con otro fulano. Bien, esa trama esta mejor. Sigue la parte divertida, la bifurcación de caminos, el momento de elecciones. Él debe elegir amara sólo a una y olvidarse de la otra, considerando que los dos tipos salieron de la escena. Supongamos que él toma una decisión y todo va a salir de maravilla. Muchacho, lamento decirte que la vida no es así y como yo soy el escritor todo poderoso ordeno que ella se vaya. Por lo pronto Murphy se retira y deja esta historia inconclusa.

Monday, November 13, 2006

Aquel día traté de salvar al mundo, pero el mundo me salvó a mí

Aquel día traté de salvar al mundo, pero el mundo me salvó a mí
SD
Que día, hoy no me quise levantar, y tenía toda la razón, fue un día de la cachetada. Pero empezaré por el principio.
Empezó todo a la media noche, el brillo de la luna caía sobre mi rostro. Las cortadas de las batallas del día anterior ardían como el demonio al rozar el viento sobre mi piel. En definitiva, deseaba no despertarme cuando rompiera el sol rompiera el alba. Quería dormir, no podía.
Invariablemente llegó el momento menos deseado. A lo lejos apareció un ave mensajera. Su aura mostraba mal augurio. Tomé mi arma, me cubrí con las toscas telas que hacían de camisa y me calcé las sandalias.
En el norte del reino había un punto rojo, hora de actuar. Tomé la senda del viejo a través del bosque. Apenas podía respirar, la neblina estaba muy densa. Mis pies ardían de las largas jornadas que había pasado a través de los rojos montes del desierto los días anteriores.
Después de mucho andar llegué a donde la crisis estaba naciendo. Grande fue mi sorpresa al encontrarme en un cementerio enemigo. Esto en sentido figurado, ahí estaban en formación mis grandes rivales del pasado, confabulando, listos para atacar. Me paré erguido, alcé la mirada, coloqué mi arma en posición de ataque.
Fue demasiado rápido. El tiempo se congeló y la tierra misma intervino; surgieron del suelo fuerzas que paralizaron a mis contrincantes y a mi mismo. Aquella tarde no se derramó una gota de sangre. La gran batalla estaba ante mis ojos y ninguno de los actores podía empezar a luchar.

Monday, October 23, 2006

wala!!!!

Bueno, yo se que mis ultimas entradas han sido un tanto aburridas, la verdad no he andado tan inspirado como podria parecer pero la neta no puedo hacer nada, a veces asi es la vida, excepto quiza decir que ando medio enamorao por ahi :D ..... omitire mas comentarios al respecto. Hoy parece como si el semestre se acabara de reiniciar, por lo que comenzare posteando varias cosas.

Primero que nada un cuento que me gusto mucho que escribi yo.

El lamento del Ocaso
SD

No sé cuánto tiempo más pueda aguantar la situación, me persigue la bestia. No puedo seguir adelante. Me va a atrapar. Después de mucho huir logro encontrar una forma de escapar de esta prisión que por mucho tiempo mantuvo encerrada a la bestia y recuerdo cómo sucedió esto.
Yo estuve presente cuando capturamos a la bestia. Recuerdo su rostro húmedo y su mirada ausente, la desesperación de sus palabras. Lo sometimos sin escrúpulo alguno, y helo aquí, despertando de su letargo.
Acabo de dejar el centro de la galaxia, lugar de reunión de las fuerzas más extrañas del universo y antigua prisión de la bestia. Ahí yacen seres cómo yo, víctimas de la furia de la criatura.
La arrogancia de mi especie nos trajo a este punto, destrozamos todo aquello que pudiera competir con nuestro intelecto y poder. Lo que no usamos lo destruimos. Bebimos el néctar de la inmortalidad. Y nos ufanamos de nuestro dominio de la existencia. Encerramos a la bestia.
Esta nave es en este momento mi único refugio, mi alma se refleja en el témpano interior de esta estructura, las imágenes de ese lejano día recorren indefinidamente mi mente. El sol estaba en su esplendor aquella tarde, mi mirada se perdía en el horizonte. Pensaba fijamente en la bestia, las palabras que debía pronunciar, la actitud que debía tomar y lo más importante, hacer resaltar el orgullo de los míos sobre aquel ser. Este colosal en el que espero mi fatídico destino fue alguna vez la nave insignia que apresó a la bestia.
La pesadumbre de quien ha vivido demasiado cae sobre mis hombros. Me aproximo a un planeta, eso creo, la silueta es negra, no puedo distinguir bien de que se trata. La superficie parece arder, me he perdido en algún planeta cerca de algún sol. No, los sensores indican que este planeta es mi lugar de origen, no es posible, la bestia ya estuvo aquí. Mis ojos son dos desiertos y sin embargo siento las mejillas corroídas.
La nave sigue su camino, no hay remordimiento alguno, el espacio se torna un cementerio, voy directo a la horca, es tiempo de morir.
Un destello de esperanza surge ante mis ojos, las estatuas desaparecen una a una conforme avanzo, el rastro de la bestia se disipa a medida que avanzo. El combustible de mi nave se agota también, necesito encontrar un planeta donde abastecerme, salir de ahí, buscar sobrevivientes y rebelarnos contra el monstruo.
Así se debió de haber sentido la bestia al momento de haberla capturado hace tantos lustros, este inhóspito lugar es ahora mi última esperanza, no es un plan, solo una esperanza a la que me aferro con todas mis fuerzas. Comienzo a explorar, no hay ninguna señal de que el haya estado aquí, ningún cadáver, nada, absolutamente nada.
He dejado mi nave muy atrás, todo a mi rededor se ve amarillo, no puedo abrir más los ojos, estoy débil
Me despierto confundido en un hermoso lugar, todo ha sido un sueño, la prisión, la bestia, el escape. Contemplo el cielo tratando de descifrar el enigma de lo que me rodea. La bestia tiene que estar muy cerca de aquí. Tal vez pueda estar seguro aquí, entre las hierbas. Tengo miedo pero fijo mi mirada en el horizonte buscando un vestigio de vida. Escucho un murmullo, estoy temblando, no se que hacer, me lamento. Salta un conejo hacia mí.
Hay un árbol grande enfrente del lugar donde estoy, si me acerco un poco, si extraigo fuerza de él, si escapo de él. Mis piernas no se mueven, el miedo paraliza mis sentidos. Regresa a mí la imagen de la bestia acorralada, me siento en su lugar. Las imágenes vienen a mí en un torbellino, de pronto estoy ante el árbol.
Este es mi fin, es inevitable. Veo una sombra, el silbido del viento entona una canción prohibida y escucho la triste verdad.
Una vez más estoy en el planeta del encuentro, lugar de mis antepasados, aquí todo empezó a tener sentido y es aquí donde todo acaba. Soy menos de lo que fui, estoy indefenso ante la bestia. Espero que esto sea rápido. Estúpida ilusión.
Deseo estar con alguien mayor, alguien a quien reclamar, escucho el crujir de mis puños ante la bestia. El suelo se tiñe del amargo sabor de mi derrota. Estoy condenado. _Perdóname padre que he pecado.
Vio Dios cuanto había hecho, y todo estaba muy bien. Y aquéllos fueron el crepúsculo y la mañana del noveno día.

...



Ahora, la super segunda novedad, despues de tres largos meses de mucho sufrir yo, no no es cierto, logré, con esfuerzo, coraje, paciencia, castidad, templanza (ya bajale), acabar un cuadro que titulo,


El horizonte. SD






y bueno hay todavia mas noticias como la que ya tengo cuñada, estoy por terminar mi mural y etcetera...

hasta el proximo post

Sunday, May 14, 2006

La llegada de eso


Hola otra vez, heme aqui escribiendo en mi super blog. Yo se que tú amable lector estarás preguntandote que es eso, a lo que voy a responder que todavía no es el momento de que eso sea revelado, por lo pronto diré que los síntomas de su llegada son inminentes porque a medida que se acerca el momento las cosas han salido mejor de lo esperado y puedo narrar el proceso gracias a mi calendario..... Todo empezó a finales del año pasado en un viernes 23 de diciembre, ahh como olvidar ese día en que todo se fue hasta abajo, si de por si, las cosas iban mal, en un lento proceso degradativo que me había consumido por completo hasta ese día. Podría comentar todas las cosas terribles que pasaban en mi interior al haber llegado a manifestarse la multiplicidad de mi ser, antes de lo debido, y como poco a poco fui cediendo a esa degradación tras haber llegado, en cada ámbito, al pico de mis capacidades.... Pero el 23 yo acabado y demolido me dispuse a una última batalla conmigo mismo, vale la pena hacer la alegoría puesto que así es como lo pude visualizar en mi mente aquel día y casi como por arte de magia, puedo decir que las cosas empezaron a cambiar. Antes de divagar me remonto a aquel día: El paraje que visualicé era gris, ahí estaba la parte de mí que iba a combatir, mientras que la otra parte, débil yacía bajo la sombra de un verde árbol en un lugar distante esperando el momento en que se daría aquel choque inevitable con el adversario. El momento llegó antes de lo previsto, era de madrugada y no podía dormir, la batalla consumía todos los recursos de mi mente y mi espíritu, mi cuerpo ya estaba cansado. El combate se prolongó durante horas, y el calor resultante entre el choque de mi energía con la del adversario amenazaba con romper la fibra elemental de mi esencia por lo que ameritaba algo de ayuda. Lo siguiente que paso es extraño, la otra parte mía se levantó de donde estaba y se dispuso a pelear aún sin fuerzas, lo que a la larga podría empeorar la situación; afortunadamente, con la poca fuerza quedaba forjé un arma hecha de voluntad pura (mucho mas de lo que se puede esperar de una voluntad hecha añicos por las pruebas impuestas por uno y por el destino), con la cual pude llegar a una victoria sobre el adversario (contrario a lo que se puede pensar, el adversario no era un ser hecho de hueva pura o algo asi, ni tampoco estaba constituida de un anti yo. En realidad no soy capaz de decir lo que era el adversario, solo puedo decir que ya no es). A los pocos días obutve la imágen de mi nuevo yo, tras la victoria sobre un enemigo implacable que finalmente tuvo materia y pudo ser destruido, el cual era un ser bastante débil y cansado con muchas vendas en todo su cuerpo y sumamente herido. Pero toda este show no era una señal de eso. Los dias venideros fueron muy tranquilos y cansados. Así fue como recibí el nuevo semestre escolar y la promesa de terminar los ciclos del bachillerato. Lo que no me espere fue la proximidad de eso y todo lo que ello acarreó. La primera señal de su llegada fue la retroactividad del espíritu ya que un espíritu activo a la postguerra siempre es un espíritu conflictivo y malo para todo hombre que quiere salir adelante. Sucesivamente todas las facciones físicas ymentales se fueron calmando para una ordenación. El ejemplo mas claro de lo anterior fue lo que paso con Lau, ya que como muchos saben(y los que no solo pregunten) hay mucha historia con respecto a ella y que a la larga el único amargado acabé siendo yo (.), y como de la noche a la mañana esa historia acabó bien, sin problemas, acceptando la verdad de lo que ahi ocurrio, y yo acabé enamorado de una mujer que es hermosa y con la que estoy a la espectativa de haber que pasa :D . Esa fue la primera señal de la llegada de eso. No lo pude creer al principio pero de una forma u otra, el proceso que yo creía que me iba a tomar muchísimo tiempo, empezó a acelerarse de una manera rápida y segura. Por otra parte había que destruir todo aquello que se hizo pensando en una guerra más prolongada y pensar en como sobrellevar la paz. Mí espíritu tambíen tuvo un rápido ascenso a esa tranquilidad extraña que ocasiona la proximidad de eso, al pintar con mucha energía y afan la aurora de los leones. Los acontecimientos actuales nos llevan a una conclusión iniminente, eso esta por llegar y el solo hecho de que llega en un punto muy cercano en el río del tiempo afecta toda la corriente(pasado y futuro de dicho acontecimiento). no puedo decir como es eso, solo que es muy fuerte y su magnetismo es muy fuerte. De eso puedo decir que se da a desear pero no a poseer ya que no es de nadie sino de todos y su dulce escencia resuena en todo a medida que el momento y el lugar se conjugan para que llegue..........^_^ [Aurora de los leones: la niña misteriosa ]